Para conocer el origen de la tarta de zanahoria (receta más abajo) tenemos que remontarnos a la Edad Media. En estos tiempos, el azúcar era muy difícil de conseguir, por lo que la zanahoria se incorporó a las recetas como un edulcorante natural de bajo coste y de fácil acceso. Cuando el azúcar comenzó a bajar de precio, la zanahoria cayó en desuso en la elaboración de dulces y no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando volvió a popularizarse este delicioso postre en Inglaterra, para más tarde extender su fama por Estados Unidos y el resto del mundo.
La verdad es que durante mucho tiempo me he resistido a hacer este bizcocho, pues no me llamaba nada la atención, pero después de escuchar numerosas alabanzas sobre su maravilloso sabor, decidí ponerme manos a la obra. Desde luego no me arrepiento, se ha convertido en uno de nuestros bizcochos favoritos. Súper esponjoso, dulce (pero sin llegar a empachar) y ligeramente especiado.
Yo normalmente solo hago bizcocho, ya que resulta más ligero, pero para ocasiones especiales le añado el relleno y la cobertura de frosting de queso (receta más abajo). Entonces es cuando definitivamente alcanzas la gloria en cada bocado.
Tarta de zanahoria
Ingredientes:Para un molde de 23/26 cm aproximadamente.
100 gr de nueces (opcional).
340 gr de zanahorias peladas y troceadas.
3 rodajas de piña natural o en almíbar (opcional), también podemos usar 1 manzana (que no sea ácida).
260 gr de harina de repostería.
1 cucharadita de bicarbonato.
2 cucharaditas de levadura tipo Royal
½ cucharadita de sal.
2 cucharaditas de canela en polvo (yo siempre pongo más :))
4 huevos tamaño L
125 gr de azúcar blanco y 125 gr de azúcar moreno.
240 gr de aceite girasol.
1 cucharadita de vainilla.
Una pizca de nuez moscada (opcional).
Preparación:
Engrasamos un molde con mantequilla y lo enharinamos ligeramente. Reservamos.Precalentamos el horno a 180ºC y ponemos las nueces en una bandeja para que se tuesten durante 8 minutos. Esto hace que se intensifique su sabor. Yo no las uso, porque mi hija es alérgica, pero si podéis os aconsejo añadirlas a este postre.
Una vez tostadas, picar las nueces y reservar.
Rallar las zanahorias, si tenemos Thermomix poner en el vaso 10 segundos, velocidad 10. Reservar.
Picar la piña o la manzana, si se va a utilizar y reservar.
En un bol poner la harina, el bicarbonato, la levadura, la sal, la canela y la nuez moscada (aunque este ingrediente es opcional, aconsejo añadirle pues le da un sabor especiado muy agradable al bizcocho). Mezclar bien todos los ingredientes y reservar.
Batir los huevos y añadir el azúcar, seguir batiendo bien con unas varillas hasta que espumen.
Añadir la vainilla y poco a poco el aceite hasta que quede bien mezclado.
Añadir la mezcla de harina cucharada a cucharada y mezclar con las varillas hasta que queden bien integrados todos los ingredientes.
Añadir la zanahoria rallada, la piña (opcional) y las nueces y mezclar con movimientos envolventes.
Ponemos la mezcla en el molde que teníamos preparado y golpeamos con cuidado el molde contra la encimera para que se deshagan las burbujas del aire.
Hornear a 180ºC calor arriba y abajo en la zona central de nuestro horno, entre 45 y 60 minutos aproximadamente (dependerá de la potencia de nuestro horno).
Comprobar si está bien cocido introduciendo una brocheta en el centro, si sale limpia es que está listo. Dejar enfriar y desmoldar.
Se puede tomar sólo o rellenar y cubrir con un frosting de queso.
Frosting de queso
Ingredientes:300 gr de queso tipo Philadelphia.
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
250 gr de azúcar glass (No vale la que se hace en la Thermomix)
300 ml de nata líquida para montar (tiene que estar bien fría)
Preparación:
Montar la nata con el accesorios de varillas de la batidora y reservar.Batir a continuación la mantequilla a temperatura ambiente junto con el queso e ir añadiendo poco a poco el azúcar glass hasta que quede una mezcla cremosa.
Finalmente añadir la nata que teníamos reservada con moviemientos envolventes.