Pero estas puertas también pueden ser la entrada a la casa de un hada, un duende o el personaje que nosotros queramos alimentar en nuestra imaginación, porque en el mundo de la fantasía todo vale.
Os traigo tres propuestas diferentes. He realizado dos puertas en madera, y una con poliespán. Las dos primeras os confesaré que no son tarea fácil, se necesitan muchos materiales y cierto grado de destreza manual. La de poliespán está hecha con material reciclado (bandejas de fruta), no es difícil de hacer y podéis aventuraros a realizar esta tarea. La zona de la ventana brilla en la oscuridad, lo que le añade un toque de peculiaridad a pesar de ser mucho más sencilla. Es imprescindible hacerse con un recipiente para recoger el diente. Ya sabéis que yo siempre intento reciclar. Una simple caja pintada o forrada como más os guste os servirá. En mi caso he utilizado una de pendientes, que he pintado en dos tonos de verde y para adornar la tapa he modelado una figurita de un ratón.
Si queréis que vuestros pequeños luzcan una bonita sonrisa mellada, no dejéis de proporcionarles una de estas originales puertas :)