7 de mayo de 2017

Tarta galletas 2 chocolates


Pensando en qué postre podía hacer por el día de la madre, se me ocurrió que no hay tarta más de madre que la tradicional de galletas de toda la vida. Es muy fácil de elaborar y si le añadimos un par de toques, podemos conseguir un sabor y textura increíbles.
Mi receta difiere un poco con respecto a la tradicional que suele utilizar natillas o flan para la crema, pero es cuestión de gustos. Yo no utilizo estos ingredientes pues no me gusta la textura blandengue que aporta a esta tarta y prefiero un toque más crujiente. El chocolate que elijamos tiene que ser de buena calidad, para disfrutar al máximo de su sabor. Y si además aromatizamos la leche que vamos a utilizar para empapar las galletas, el resultado final os parecerá delicioso. A continuación os dejo la receta.
Espero que os guste mi versión y a disfrutar!












Tarta de galletas 2 chocolates  

Ingredientes:
Para el montaje
2 paquetes de galletas cuadradas.
200 ml de leche.
2 cucharaditas de azúcar para añadir a la leche (opcional).
1 cáscara de naranja o limón sin la parte blanca.
1 cucharadita de extracto de vainilla
Pepitas para decorar al gusto.
Para la crema de chocolate negro:
300 gr de chocolate negro para fundir.
300 gr de nata liquida de más de 35% M.G.
O si deseas que tenga menos grasa puedes utilizar la misma cantidad de leche evaporada.
1 cucharadita de mantequilla (le aportará brillo a la cobertura).
1 pizca de sal (Intensificará el sabor del chocolate)
Para la crema de chocolate blanco:
150 gr de chocolate blanco para fundir.
50 gr de nata liquida de más de 35% M.G. O si deseas que tenga menos grasa, utilizar la misma cantidad de leche evaporada.
 Preparación:
En un cazo ponemos a calentar a fuego muy lento la leche, el azúcar, la cáscara de naranja o limón (según gusto, la rama de canela y la cucharadita de vainilla. Dejamos que la leche tome bien todos los sabores, vigilando que no se pegue. Cuando esté lista dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Preparamos la crema de chocolate negro. Troceamos el chocolate en un bol y vamos calentando en un cazo la nata o la leche evaporada. Cuando vaya a empezar a hervir retiramos y vertemos sobre el chocolate sin remover, añadimos la mantequilla y la sal. Pasados 2-3 minutos aproximadamente, comenzamos a mover la mezcla con movimientos envolventes, aprovechando el chocolate del fondo y de los laterales. Si se desea, se puede aromatizar con una pizca de licor al gusto. Para que salga una buena crema es necesario que el chocolate sea de muy buena calidad y que la proporción de chocolate negro sea siempre la misma que la de nata. Si vemos que no se funde del todo, podemos terminar de envolver la mezcla al baño maría, para que no se queme, una vez bien integrado, dejamos templar a temperatura ambiente.
Preparamos la crema de chocolate blanco, de la misma manera, teniendo en cuenta que la proporción de chocolate blanco, siempre tiene que ser de 3 partes de chocolate frente a 1 parte de nata. Dejamos reposar a temperatura ambiente.
Comenzamos a montar la tarta, forramos con film transparente un molde cuadrado, esto nos permitirá desmoldar fácilmente la tarta después.
Vamos mojando las galletas en la leche aromatizada, sin dejar que se empapen demasiado ya que se romperían y colocamos una capa en el fondo, si nos quedan huecos utilizamos trozos de galletas para rellenar.
Luego cubrimos con la crema de chocolate negro. Repetimos la misma operación alternando capas de galletas y chocolate. La crema de chocolate blanco solo dará para una capa. Tenemos que reservar un poco de chocolate negro para la cobertura final. La última capa de galletas la dejaremos sin empapar y sin cubrir de chocolate, ya que será la base de la tarta cuando la desmoldemos. Una vez terminadas todas las capas tapamos con papel film y metemos a la nevera al menos de 2-3 horas.
Pasado el tiempo desmoldamos y cubrimos la parte de arriba con el chocolate que habíamos reservado, si la textura del chocolate no es manejable podemos calentar de nuevo al baño maría y después cubrir. Una vez terminada la tarta, cuando el chocolate ya no esté caliente podemos decorar al gusto y volver a meter en la nevera hasta su consumo.







6 de enero de 2017

Tarta Alicia en el País de las Maravillas

La idea de realizar esta tarta rondaba en mi cabeza desde hacía mucho tiempo. Tenía muchas ganas de hacerla, pero debido a su dificultad no me animaba. Hasta que con motivo del 15 cumpleaños de mi hija Alicia, decidí que ya había llegado el momento.
No he podido realizar todos los detalles que me hubiera gustado, pues con mi reincorporación a la vida laboral y demás tareas diarias, el tiempo no me ha dado para más.
He hecho varios carteles con indicaciones confusas, para colocar en las puertas de casa. Es lo primero que ha visto mi hija al levantarse y como ella no sabía de que iba el tema, ha tardado un rato en dirigirse al lugar donde se encontraba la sorpresa. No podía faltar un bonito banderín que resaltara la ubicación de la tarta. Ha resultado bastante divertido :) La cara de asombro que ha puesto, ha sido todo lo que necesitaba para sentirme feliz.
Para el relleno he utilizado la receta del  Red Velvet, en unos bizcochos he añadido colorante rojo y en otros no, para luego poder alternar las capas, y ha quedado delicioso. La pena ha sido cuando ha habido que cortarla, pero ya sabemos que estas tartas son un placer efímero. Menos mal que al menos quedan las fotos para el recuerdo.
Espero que os guste el resultado final y al que no... ¡¡¡Que le corten la cabeza!!!





















































7 de mayo de 2016

Puerta Ratoncito Pérez

¿A quién no le gustaría tener una puerta de acceso a un mundo mágico? Si tenemos pequeños en casa, una de estas puertas es imprescindible en nuestro hogar. El Ratoncito Pérez es uno de los personajes más entrañables de nuestra infancia, se encarga de intercambiar los dientes de leche que se le caen a los niños por dinero o un regalito. De esta manera un hecho relativamente traumático, se convierte en un acto mágico y motivo de alegría.
Pero estas puertas también pueden ser la entrada a la casa de un hada, un duende o el personaje que nosotros queramos alimentar en nuestra imaginación, porque en el mundo de la fantasía todo vale.
Os traigo tres propuestas diferentes. He realizado dos puertas en madera, y una con poliespán. Las dos primeras os confesaré que no son tarea fácil, se necesitan muchos materiales y cierto grado de destreza manual. La de poliespán está hecha con material reciclado (bandejas de fruta),  no es difícil de hacer y podéis aventuraros a realizar esta tarea. La zona de la ventana brilla en la oscuridad, lo que le añade un toque de peculiaridad a pesar de ser mucho más sencilla. Es imprescindible hacerse con un recipiente para recoger el diente. Ya sabéis que yo siempre intento reciclar. Una simple caja pintada o forrada como más os guste os servirá. En mi caso he utilizado una de pendientes, que he pintado en dos tonos de verde y para adornar la tapa he modelado una figurita de un ratón.
Si queréis que vuestros pequeños luzcan una bonita sonrisa mellada, no dejéis de proporcionarles una de estas originales puertas :)














































30 de abril de 2016

Caja regalo sorpresa con mini tarta

Ya sabemos que tener un detalle con alguien a veces nos supone un auténtico quebradero de cabeza, pero no nos damos cuenta de que precisamente lo que más nos gusta a todos, es que tengan un detalle con nosotros y no el valor económico del mismo. Ni que decir tiene que si el regalo lo hacemos nosotros, éste tendrá un valor añadido. Así que os animo a intentarlo.
Aquí os traigo una propuesta sencilla que podréis variar según vuestros gustos. Se trata de una caja hecha en cartulina que al abrirla se expande y nos deja ver la sorpresa que pongamos en su interior.
Hacer una caja no es dificil, encontraréis un montón de tutoriales en internet. Intentad elegir colores vistosos y no dudéis en utilizar lo que tengáis a mano para adornarla. En mi caso he utilizado un cinta adhesiva para simular el lazo que envuelve la caja. En el interior me pareció buena idea colocar cartulina negra a modo de pequeñas pizarras para poder escribir varios mensajes. Para esta tarea conté con la colaboración de mi hija, ya que el regalo iba a ser para una amiga suya. Y como sorpresa final decidí colocar una mini tarta de dos pisos, con cobertura de chocolate, adornada con caramelos de colores. La tarta es muy sencilla de realizar, solo necesitáis un bizcocho y un cortador de la forma que elijáis para darle forma a vuestra creación como más os guste. Otras opciones para poner en el interior serían: chuches, frutos secos, galletas, bombones, un juguete pequeño, una flor, etc.
Espero que os guste esta propuesta y os ayude en alguna ocasión especial.




























16 de marzo de 2016

Ideas para una celebración de cumpleaños

Las celebraciones de cumpleaños suponen muchas veces un quebradero de cabeza: no se nos ocurre qué es lo que podemos hacer para sorprender y agradar a nuestros invitados.
En estos días he estado preparando la celebración de mi 50 cumpleaños (ahí es nada). Esta cifra tan significativa me hacía mucha ilusión y quería que la fiesta tuviera algunos detallitos especiales, por lo que he estado un tiempo manos a la obra.
Ya sabemos que las tiendas están repletas de cosas que harán que nuestras fiestas sean originales, pero si puedes hacerlo tú mismo, mejor que mejor.
Así que aprovecho esta entrada para dejaros algunas sugerencias que seguro que harán las delicias de vuestros invitados. Además podréis utilizarlas tanto para celebraciones de grandes como de pequeños.
Espero que os gusten. Eso sí, os aconsejo que planifiquéis con tiempo para que os resulte un trabajo ameno y no os agobiéis.

Para empezar es importante que los invitados sepan dónde está la fiesta. Un cartelito hecho en cartulina o como en mi caso una pizarra pintada por mis hijas, con la indicación, siempre será un bonito detalle. No hay que buscar la perfección, sino que sea algo distinto y con tu toque personal.



 Por mucho que nos cueste no hay que ocultar los años que se van a cumplir, ¡que todo el mundo lo sepa! ¿Y qué mejor manera que poniendo un letrero en la pared? :) Yo hice el que os muestro a continuación, recortando las letras y los números en un cartón grueso. Para el acabado me ayudé de tapones, trozos de corcho y pintura metálica. El resultado es chulísimo. Seguro que algunos os preguntaréis: ¿y por qué las letras en inglés? La respuesta es simple: ¡porque me gusta!, jajaja.



Un poquito de iluminación nunca está de más

Si como en mi caso se trata de una fecha señalada, una buena idea es que los invitados vean cómo ha sido tu evolución a lo largo de los años. Yo elegí algunas de mis fotos preferidas y con ellas decoré la pared. Recorté la silueta de un globo en papeles de colores y coloqué en ellos algunas de las fotos más especiales, como simbolizando recuerdos que flotan en mi memoria (jajaja, creo que me estoy poniendo algo nostálgica).
 



En una fiesta los invitados no se pueden ir con las manos vacías. Un detallito, sobre todo si está hecho por ti, será del agrado de todos. Para los mayores horneé unas deliciosas cookies y las envasé en pequeñas bolsitas de plástico, que a su vez metí en unas bolsas muy originales de papel, hechas por mí.


Triki fue uno de los personajes favoritos de mi infancia y no podía faltar en esta fiesta


Para los peques, como todos sabemos que se mueren por las chuches, preparé un regalo explosivo. Utilicé paquetes de caramelos Mentos, papel rojo y lana negra. Le añadí una etiqueta con un mensaje y fabriqué una caja imitando la madera hecha con porespán, para meter todo el cargamento. Yo creo que el resultado final fue un auténtico ¡¡¡BOOOM!!!



Supongo que los que me conocéis un poco, ya sabéis lo que me gusta el dulce. Pero no soy la única, en la familia somos varios los adictos. Así que en mi fiesta las delicias dulces tenían que tener su lugar preferencial. He ido recopilando tarros este tiempo atrás y he aprovechado para rellenarlos de todo tipo de chuches. Unas cintas de colores y unas etiquetas de pizarra para los tarros más grandes, es todo lo que he necesitado para conseguir un toque especial.





Y como era de esperar, la tarta o las tartas no podían faltar. Por supuesto, hice mi favorita, la de zanahoria, que adorné con un par de caritas happy hechas con fondant y un par de espantapájaros que vigilaran, por si alguien metía el dedo en la tarta antes de tiempo :)
También hice un cheesecake de limón, que siempre da un toque de frescor y unos muffins con pepitas de chocolate. Para completar la mesa de dulces, hice un par de árboles de chuches y como ya casi estamos en primavera, puse dos monas de Pascua, una de chocolate con leche y otra de chocolate puro. Vamos, que había para todos los gustos.












El resto de elementos es tarea fácil: unos banderines, luces de colores, velas, globos (yo los puse dorados por aquello de la edad...), en fin, que todo lo que se os ocurra quedará genial y, cómo no, los manjares que seguramente sabéis preparar todos (y si no se encargan) .
Espero que os gusten estas ideas y os pueda servir de ayuda.




 









Cheesecake de limón sin horno

Este tipo de tartas se consumen durante todo el año, pero por su frescura y suavidad apetecen mucho cuando las temperaturas comienzan a subir.
Son muy sencillas de hacer y existen muchas variedades en cuanto a sabores (limón, fresa, naranja, etc). La verdad que el sabor lo podéis variar a vuestro gusto, ya que la receta no cambia, tan sólo habría que variar el sabor de la gelatina que vamos a utilizar o el zumo que le vayamos a añadir.
Os dejo la receta más abajo, tan sólo deciros que elijáis el sabor que elijáis, tendréis el éxito asegurado.
















Cheesecake de Limón sin horno  

Ingredientes: Para un molde de 23 cm aproximadamente.
Para la base:
1 paquete y medio de galletas tipo Digestive.
100 gr. de mantequilla en trocitos a temperatura ambiente.
Para la crema:
100 gr de azúcar.
250 gr de queso cremoso tipo Philadelphia.
400 ml de nata para montar 35% M.G.
300 ml de leche entera o semidesnatada.
2 sobres de cuajada.
1 sobre de gelatina de limón( se puede sustituir por el zúmo de 1 limón)
Para la cobertura:
1 sobre de gelatina de limón

Preparación:

Trituramos las galletas hasta conseguir un polvo fino. Mezclamos las galletas con la mantequilla y amasamos con la mano hasta formar una masa manejable. Formamos la base de la tarta extendiendo la masa por el fondo de un molde desmontable. Tenemos que intentar que quede una superficie lisa e igualada. Es aconsejable poner en el fondo papel de horno para que luego resulte más fácil desmoldar. Guardamos en la nevera y preparamos la crema.
Diluimos los dos sobres de cuajada en la mitad de leche tibia.
Diluimos el sobre de gelatina en la  otra mitad de leche hasta que empiece a hervir y retiramos. Dejar entibiar. Si utilizamos zumo, nos saltamos este paso y lo añadimos al final de todo el proceso de preparación. También podemos añadir un yogur que elijamos para realzar el sabor, y lo añadiremos a la mezcla junto al queso y la nata.
En un cazo ponemos a calentar a fuego lento la nata y vamos incorporando poco a poco el azúcar, removemos de manera constante con unas varillas. Añadimos el queso crema, la gelatina  y la cuajada diluidas en la leche. Hay que tener paciencia, pero poco a poco veremos que se forma una crema lisa y sin grumos. Removemos hasta que rompa a hervir. Es muy importante que hierva. Alcanzado este punto, retiramos del fuego y dejamos reposar un momento.
Echar con cuidado la mezcla sobre la base de galletas que teníamos en la nevera. Yo paso la crema por un colador, por si ha quedado algún grumo. Para que al echar la crema no se estropee la base de galleta, coloco un cucharón boca abajo encima de la base y vierto la crema sobre él con cuidado. Así la caída de la crema no es tan brusca.
Dejar templar a temperatura ambiente y cuando haya perdido el calor metemos el molde en la nevera, un mínimo de 2 horas, pasado ese tiempo preparamos el otro sobre de gelatina siguiendo las indicaciones del fabricante. Cuando haya templado vertemos sobre la superficie de la tarta y metemos de nuevo en la nevera hasta que cuaje.
 Si la dejamos de un día para otro mucho mejor.
Cuando esté la mezcla totalmente cuajada, sacamos de la nevera, desmoldamos y decoramos con unas rodajas finas de limón.
Dejamos en la nevera hasta la hora de servir.