5 de mayo de 2015

¿Qué es una tarta de fondant?



Las tartas decoradas con fondant hace años que hicieron su entrada en España. Pero aún siguen siendo desconocidas para muchos de nosotros. El fondant es una pasta de azúcar totalmente comestible, con una textura similar a la de la plastilina, que nos permite cubrir bizcochos y modelar infinidad de motivos para su decoración.
Cuando no se conoce este producto, se suele establecer una comparación entre las tartas tradicionales y las decoradas con fondant, en la que estas últimas suelen salir perdiendo por cuestión de precio.
Intentaré explicar algunas de las diferencias entre estas dos variedades, que os sirvan para aclarar las dudas que surgen a la hora de elegir una de las dos opciones.
Es muy típico escuchar que estas tartas son secas o que el sabor no es agradable, nada más lejos. Si el bizcocho ha sido elaborado correctamente, se le ha dejado reposar, se hidrata con un buen almíbar y se le añade un buen relleno, el resultado es un delicioso, jugoso y esponjoso bizcocho.
Las tartas de fondant tienen un proceso de diseño y elaboración que requieren muchas horas de trabajo. No estamos hablando solo de harina, huevos, leche, mantequilla… Los productos específicos de la repostería creativa son bastante caros y se requieren muchos utensilios para conseguir buenos acabados.
Además el proceso de elaboración de una tarta personalizada es bastante largo, no se puede realizar en un solo día. Tanto los bizcochos como los rellenos necesitan periodos de reposo, (que pueden oscilar normalmente entre 1 o 2 días) para conseguir la textura y consistencia deseada, así como el proceso de hidratación que también necesita su tiempo de reposo. El modelado de las figuras es conveniente hacerlo con unos días de antelación, y la tarta una vez montada también adquiere tonos más intensos y el sabor del interior adquiere más consistencia, si se la deja unas horas antes de consumirla.
Por otro lado, no es lo mismo una tarta lisa y sin decoración, que una en 3D u otra llena de modelados y pequeños detalles. Todos los extras van sumando muchas horas de trabajo, que hay que saber valorar, al igual que hacemos con otros profesionales, como por ejemplo el técnico que viene a visitarnos a casa para hacer cualquier arreglo.
Tenemos que entender que se trata de un diseño a la carta y personalizado, son pequeñas creaciones artísticas, únicas, exclusivas y como tal hay que saber valorarlas.
Por supuesto siempre está la opción de recurrir a las tartas y postres tradicionales, que evidentemente serán mucho más baratos, pero teniendo en cuenta que no son trabajos comparables ni en la  producción, ni en el diseño, ni en las materias primas utilizadas (excepto si son de elaboración artesanal).
Espero que estas pequeñas pautas os sirvan de ayuda a la hora de tomar una decisión.








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