Si sois amantes de la fruta, os encantará esta tarta. A pesar de ser un bizcocho bajo, es muy esponjoso y jugoso, además la piña le aporta ese punto de frescura, que tanto apetece cuando llega "la calor".
Se llama tarta de piña invertida (receta más abajo), porque cuando horneamos el bizcocho la piña queda en la base del molde, pero cuando desmoldamos nos queda en la zona superior del bizcocho.
Os aconsejo que la probéis, es muy fácil de hacer y seguro que será un éxito en cualquier ocasión que elijáis.
Tarta de piña invertida
Ingredientes:1 yogur de piña o natural.
3 huevos tamaño L.
190 gr de azúcar moreno.
200 gr de harina de repostería.
90 gr. de aceite de girasol.
6 gr de levadura química tipo Royal o polvo de hornear.
1 pellizco de sal.
5 o 6 rodajas de piña natural o en almíbar.
1 tarrito de guindas para adornar.
Para el caramelo:
1 vaso de azúcar
2 vasos de agua
Zumo de medio limón
Preparación:
Si vamos a utilizar piña natural, colocamos las rodajas en papel de cocina para absorber la humedad. Si utilizamos piña en conserva la escurrimos con ayuda de un colador, reservamos el jugo y una vez bien escurridas colocamos las rodajas en papel de cocina y reservamos.
Preparamos el caramelo en una sartén antiadherente, añadimos el azúcar, el agua y el zumo de limón. Dejamos que vaya reduciendo el líquido hasta que se forme el caramelo, cuanto más oscurezca más amargo nos resultará. A mí personalmente me gusta más clarito, así que cuando comienza a dorarse lo retiro.
Caramelizamos un molde, que preferiblemente tenga las paredes bajas, poniendo especial cuidado en la manipulación del caramelo pues las quemaduras que produce son especialmente graves. También podemos utilizar caramelo preparado del que venden en cualquier supermercado, pero debemos tener en cuenta que el sabor final de la tarta varía.
Una vez caramelizado el molde, colocamos la piña a nuestro gusto y adornamos cada rodaja con una guinda en el centro. Reservamos.
Preparamos el bizcocho, echando en un bol el yogur, los huevos y el azúcar. Batimos para mezclar bien los ingredientes.
Añadimos el aceite poco a poco y seguimos batiendo. A continuación agregamos la harina tamizada junto con la sal y la levadura. Integramos bien todos los ingredientes y si vemos que la masa es muy espesa podemos añadir un poco del líquido de la piña.
Vertemos con cuidado la masa en el molde y horneamos en el horno precalentado previamente a 180ºC durante 25/30 minutos. Comprobamos que esté hecho el bizcocho con un palo de brocheta o cuchillo fino y si sale limpio es que está listo.
Sacamos del horno. Estando el bizcocho caliente podemos calarlo con un palillo o cuchillo y añadir el líquido de la piña. También podemos utilizar en su lugar almíbar. Este paso es opcional, pero lo recomiendo ya que le añade al bizcocho una jugosidad increíble.
Una vez calado el bizcocho hay que desmoldar en caliente, para que el caramelo no se pegue. Ponemos un plato suficientemente grande para que al voltear la tarta no corramos peligro de quemarnos con el caramelo. Debemos hacer este proceso protegidos con guantes para horno y con mucha precaución. Una vez desmoldado dejar enfriar a temperatura ambiente.
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