Hoy es el cumpleaños de mi hija pequeña, cumple 14 años. ¡Madre mía, cómo pasa el tiempo!. A ella le encanta el chocolate y haciendo honor a la verdad, al resto de la familia también nos encanta. Así que pensando en cómo podría sorprender esta vez, di con este tipo de tarta, que siempre es una garantía, ya que se crea una ilusión óptica increíble al parecer que los caramelos caen de las bolsas sin que nadie las sujete.
Al llevar tanto chocolate en la cubierta he querido utilizar para el interior, un bizcocho de mandarina, pues ambos sabores contrastan maravillosamente y como broche final le he hecho uno de los simpáticos M&M con fondant. El resultado, qué puedo deciros, ¡es espectacular!. Ha quedado buenísima y lo más importante, a mi hija le ha encantado. ¡Espero que a vosotros también os guste!.
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