7 de mayo de 2016

Puerta Ratoncito Pérez

¿A quién no le gustaría tener una puerta de acceso a un mundo mágico? Si tenemos pequeños en casa, una de estas puertas es imprescindible en nuestro hogar. El Ratoncito Pérez es uno de los personajes más entrañables de nuestra infancia, se encarga de intercambiar los dientes de leche que se le caen a los niños por dinero o un regalito. De esta manera un hecho relativamente traumático, se convierte en un acto mágico y motivo de alegría.
Pero estas puertas también pueden ser la entrada a la casa de un hada, un duende o el personaje que nosotros queramos alimentar en nuestra imaginación, porque en el mundo de la fantasía todo vale.
Os traigo tres propuestas diferentes. He realizado dos puertas en madera, y una con poliespán. Las dos primeras os confesaré que no son tarea fácil, se necesitan muchos materiales y cierto grado de destreza manual. La de poliespán está hecha con material reciclado (bandejas de fruta),  no es difícil de hacer y podéis aventuraros a realizar esta tarea. La zona de la ventana brilla en la oscuridad, lo que le añade un toque de peculiaridad a pesar de ser mucho más sencilla. Es imprescindible hacerse con un recipiente para recoger el diente. Ya sabéis que yo siempre intento reciclar. Una simple caja pintada o forrada como más os guste os servirá. En mi caso he utilizado una de pendientes, que he pintado en dos tonos de verde y para adornar la tapa he modelado una figurita de un ratón.
Si queréis que vuestros pequeños luzcan una bonita sonrisa mellada, no dejéis de proporcionarles una de estas originales puertas :)














































30 de abril de 2016

Caja regalo sorpresa con mini tarta

Ya sabemos que tener un detalle con alguien a veces nos supone un auténtico quebradero de cabeza, pero no nos damos cuenta de que precisamente lo que más nos gusta a todos, es que tengan un detalle con nosotros y no el valor económico del mismo. Ni que decir tiene que si el regalo lo hacemos nosotros, éste tendrá un valor añadido. Así que os animo a intentarlo.
Aquí os traigo una propuesta sencilla que podréis variar según vuestros gustos. Se trata de una caja hecha en cartulina que al abrirla se expande y nos deja ver la sorpresa que pongamos en su interior.
Hacer una caja no es dificil, encontraréis un montón de tutoriales en internet. Intentad elegir colores vistosos y no dudéis en utilizar lo que tengáis a mano para adornarla. En mi caso he utilizado un cinta adhesiva para simular el lazo que envuelve la caja. En el interior me pareció buena idea colocar cartulina negra a modo de pequeñas pizarras para poder escribir varios mensajes. Para esta tarea conté con la colaboración de mi hija, ya que el regalo iba a ser para una amiga suya. Y como sorpresa final decidí colocar una mini tarta de dos pisos, con cobertura de chocolate, adornada con caramelos de colores. La tarta es muy sencilla de realizar, solo necesitáis un bizcocho y un cortador de la forma que elijáis para darle forma a vuestra creación como más os guste. Otras opciones para poner en el interior serían: chuches, frutos secos, galletas, bombones, un juguete pequeño, una flor, etc.
Espero que os guste esta propuesta y os ayude en alguna ocasión especial.




























16 de marzo de 2016

Ideas para una celebración de cumpleaños

Las celebraciones de cumpleaños suponen muchas veces un quebradero de cabeza: no se nos ocurre qué es lo que podemos hacer para sorprender y agradar a nuestros invitados.
En estos días he estado preparando la celebración de mi 50 cumpleaños (ahí es nada). Esta cifra tan significativa me hacía mucha ilusión y quería que la fiesta tuviera algunos detallitos especiales, por lo que he estado un tiempo manos a la obra.
Ya sabemos que las tiendas están repletas de cosas que harán que nuestras fiestas sean originales, pero si puedes hacerlo tú mismo, mejor que mejor.
Así que aprovecho esta entrada para dejaros algunas sugerencias que seguro que harán las delicias de vuestros invitados. Además podréis utilizarlas tanto para celebraciones de grandes como de pequeños.
Espero que os gusten. Eso sí, os aconsejo que planifiquéis con tiempo para que os resulte un trabajo ameno y no os agobiéis.

Para empezar es importante que los invitados sepan dónde está la fiesta. Un cartelito hecho en cartulina o como en mi caso una pizarra pintada por mis hijas, con la indicación, siempre será un bonito detalle. No hay que buscar la perfección, sino que sea algo distinto y con tu toque personal.



 Por mucho que nos cueste no hay que ocultar los años que se van a cumplir, ¡que todo el mundo lo sepa! ¿Y qué mejor manera que poniendo un letrero en la pared? :) Yo hice el que os muestro a continuación, recortando las letras y los números en un cartón grueso. Para el acabado me ayudé de tapones, trozos de corcho y pintura metálica. El resultado es chulísimo. Seguro que algunos os preguntaréis: ¿y por qué las letras en inglés? La respuesta es simple: ¡porque me gusta!, jajaja.



Un poquito de iluminación nunca está de más

Si como en mi caso se trata de una fecha señalada, una buena idea es que los invitados vean cómo ha sido tu evolución a lo largo de los años. Yo elegí algunas de mis fotos preferidas y con ellas decoré la pared. Recorté la silueta de un globo en papeles de colores y coloqué en ellos algunas de las fotos más especiales, como simbolizando recuerdos que flotan en mi memoria (jajaja, creo que me estoy poniendo algo nostálgica).
 



En una fiesta los invitados no se pueden ir con las manos vacías. Un detallito, sobre todo si está hecho por ti, será del agrado de todos. Para los mayores horneé unas deliciosas cookies y las envasé en pequeñas bolsitas de plástico, que a su vez metí en unas bolsas muy originales de papel, hechas por mí.


Triki fue uno de los personajes favoritos de mi infancia y no podía faltar en esta fiesta


Para los peques, como todos sabemos que se mueren por las chuches, preparé un regalo explosivo. Utilicé paquetes de caramelos Mentos, papel rojo y lana negra. Le añadí una etiqueta con un mensaje y fabriqué una caja imitando la madera hecha con porespán, para meter todo el cargamento. Yo creo que el resultado final fue un auténtico ¡¡¡BOOOM!!!



Supongo que los que me conocéis un poco, ya sabéis lo que me gusta el dulce. Pero no soy la única, en la familia somos varios los adictos. Así que en mi fiesta las delicias dulces tenían que tener su lugar preferencial. He ido recopilando tarros este tiempo atrás y he aprovechado para rellenarlos de todo tipo de chuches. Unas cintas de colores y unas etiquetas de pizarra para los tarros más grandes, es todo lo que he necesitado para conseguir un toque especial.





Y como era de esperar, la tarta o las tartas no podían faltar. Por supuesto, hice mi favorita, la de zanahoria, que adorné con un par de caritas happy hechas con fondant y un par de espantapájaros que vigilaran, por si alguien metía el dedo en la tarta antes de tiempo :)
También hice un cheesecake de limón, que siempre da un toque de frescor y unos muffins con pepitas de chocolate. Para completar la mesa de dulces, hice un par de árboles de chuches y como ya casi estamos en primavera, puse dos monas de Pascua, una de chocolate con leche y otra de chocolate puro. Vamos, que había para todos los gustos.












El resto de elementos es tarea fácil: unos banderines, luces de colores, velas, globos (yo los puse dorados por aquello de la edad...), en fin, que todo lo que se os ocurra quedará genial y, cómo no, los manjares que seguramente sabéis preparar todos (y si no se encargan) .
Espero que os gusten estas ideas y os pueda servir de ayuda.




 









Cheesecake de limón sin horno

Este tipo de tartas se consumen durante todo el año, pero por su frescura y suavidad apetecen mucho cuando las temperaturas comienzan a subir.
Son muy sencillas de hacer y existen muchas variedades en cuanto a sabores (limón, fresa, naranja, etc). La verdad que el sabor lo podéis variar a vuestro gusto, ya que la receta no cambia, tan sólo habría que variar el sabor de la gelatina que vamos a utilizar o el zumo que le vayamos a añadir.
Os dejo la receta más abajo, tan sólo deciros que elijáis el sabor que elijáis, tendréis el éxito asegurado.
















Cheesecake de Limón sin horno  

Ingredientes: Para un molde de 23 cm aproximadamente.
Para la base:
1 paquete y medio de galletas tipo Digestive.
100 gr. de mantequilla en trocitos a temperatura ambiente.
Para la crema:
100 gr de azúcar.
250 gr de queso cremoso tipo Philadelphia.
400 ml de nata para montar 35% M.G.
300 ml de leche entera o semidesnatada.
2 sobres de cuajada.
1 sobre de gelatina de limón( se puede sustituir por el zúmo de 1 limón)
Para la cobertura:
1 sobre de gelatina de limón

Preparación:

Trituramos las galletas hasta conseguir un polvo fino. Mezclamos las galletas con la mantequilla y amasamos con la mano hasta formar una masa manejable. Formamos la base de la tarta extendiendo la masa por el fondo de un molde desmontable. Tenemos que intentar que quede una superficie lisa e igualada. Es aconsejable poner en el fondo papel de horno para que luego resulte más fácil desmoldar. Guardamos en la nevera y preparamos la crema.
Diluimos los dos sobres de cuajada en la mitad de leche tibia.
Diluimos el sobre de gelatina en la  otra mitad de leche hasta que empiece a hervir y retiramos. Dejar entibiar. Si utilizamos zumo, nos saltamos este paso y lo añadimos al final de todo el proceso de preparación. También podemos añadir un yogur que elijamos para realzar el sabor, y lo añadiremos a la mezcla junto al queso y la nata.
En un cazo ponemos a calentar a fuego lento la nata y vamos incorporando poco a poco el azúcar, removemos de manera constante con unas varillas. Añadimos el queso crema, la gelatina  y la cuajada diluidas en la leche. Hay que tener paciencia, pero poco a poco veremos que se forma una crema lisa y sin grumos. Removemos hasta que rompa a hervir. Es muy importante que hierva. Alcanzado este punto, retiramos del fuego y dejamos reposar un momento.
Echar con cuidado la mezcla sobre la base de galletas que teníamos en la nevera. Yo paso la crema por un colador, por si ha quedado algún grumo. Para que al echar la crema no se estropee la base de galleta, coloco un cucharón boca abajo encima de la base y vierto la crema sobre él con cuidado. Así la caída de la crema no es tan brusca.
Dejar templar a temperatura ambiente y cuando haya perdido el calor metemos el molde en la nevera, un mínimo de 2 horas, pasado ese tiempo preparamos el otro sobre de gelatina siguiendo las indicaciones del fabricante. Cuando haya templado vertemos sobre la superficie de la tarta y metemos de nuevo en la nevera hasta que cuaje.
 Si la dejamos de un día para otro mucho mejor.
Cuando esté la mezcla totalmente cuajada, sacamos de la nevera, desmoldamos y decoramos con unas rodajas finas de limón.
Dejamos en la nevera hasta la hora de servir.

10 de febrero de 2016

Casita de Hadas

Como ya he comentado en otras entradas siento predilección por todo tipo de envases y siempre ando pensando qué puedo hacer con ellos. Así que cuando cayó en mis manos un envase de café con forma de barril enseguida se me ocurrió que podría ser la casa ideal para un par de haditas sin hogar que conocía. Me hubiera gustado hacer el jardín con plantas de verdad que era mi primera idea, pero reconozco que no tengo mano para las plantas y siempre que he intentado tener alguna he terminado asesinándola, bien ahogada por exceso de agua o dejándola secar como la mojama :(
Para hacer la casa como os decía he utilizado un envase en forma de barril, pero pienso que un bote grande o una caja bonita también podría resultar genial. Para imitar las vigas y hacer las puertas he utilizado bandejas de las de fruta de poliespán y trocitos de cáscara de piña para hacer los pequeños aleros de la puerta de entrada a la casa y del balcón. El caracol del tejado está hecho con pasta de modelar de secado al aire. Los maceteros están hechos con tapones de corcho cortados a la mitad y la chimenea al igual que la base que sustenta toda la costrucción es de poliespán. El buzón está hecho con cartulina y pintado con pintura metálica. Para el caminito que lleva a la casa he utilizado también trocitos de tapón de corcho, la escalera es de palos de polo y la vegetación como os decía es toda artificial, muy fácil de conseguir. La valla exterior es de una tienda de chinos y la puerta roja está hecha con los palillos planos de los que se utilizan para remover el café en una conocida cadena de cafeterías americanas :)
En definitiva que el coste de esta casita es prácticamente cero, ya que todo lo que he utilizado son elementos que tenía por casa o cuyo valor es muy escaso. Por lo que si os animáis a hacer una casita como ésta, además de pasar un buen rato, estoy segura de que las hadas y los duendes agradecerán que les proporcionéis un nuevo hogar.














A las hadas les encanta cuidar de su jardin










No puede faltar un buen balcón desde el que contemplar el atardecer en el bosque de las hadas



Aunque las hadas vuelan les gusta que sus invitados no alados entren por la puerta


No hay que olvidar que las hadas también reciben correo


Parece que las hadas han recibido la visita de su amigo el caracol





Unas hadas bien educadas siempre os darán la bienvenida

14 de enero de 2016

Tarta de frutos rojos

Con Enero han llegado las lluvias y el frío, por lo que es normal pasar más tiempo en casa. En las tardes de invierno, ¿a quién no le apetece una taza de café, té o chocolate calentito acompañada de un delicioso trozo de tarta? Aquí os dejo esta propuesta de tarta de frutos rojos (receta más abajo), que os animo a que probéis. Es muy fácil de hacer, queda muy vistosa, con un ligero toque de acidez y el resultado no os defraudará. Se puede servir templada o fría, a mi me gusta más esta última opción, pero vosotros elegís y si no encontráis los frutos rojos frescos, está la opción de comprarlos congelados y el resultado sigue siendo delicioso. Así que no hay escusa para ponerse manos a la obra o más bien a la masa :)













Tarta de frutos rojos

Ingredientes:

Para la masa:

350 gr de harina de repostería.
130 gr de mantequilla (sin sal) fría en trozos pequeños.
70 gr. de agua fría o leche.
1 pellizco de sal.
1 cucharadita de azúcar.
1 cucharadita de levadura química tipo Royal.

Para el relleno:

150 gr. de arándanos.
150 gr de frambuesas o fresas.
50 gr de azúcar moreno (se puede usar también el blanco)
La ralladura de medio limón
1 cucharada sopera de zumo de limón.
Una pizca de sal.
10 gr de maicena (harina de maíz)
3 o 4 galletas tipo digestive (opcional)

Otros:

            1 huevo batido para pintar la masa o un poco de leche.

Preparación:


En un bol ponemos los arándanos y las frambuesas o los frutos rojos de nuestra elección. Si no los encontramos de temporada, existe la opción de comprarlos congelados y están también muy ricos. Añadimos la ralladura, el zumo de limón, el azúcar, la pizca de sal y la maicena. Removemos con cuidado y reservamos.
Verter en el vaso de la Thermomix todos los ingredientes en el orden que aparecen en la lista, programar 15 segundos, velocidad 6. También se puede mezclar a mano de manera tradicional o con batidora de varillas
Separar la masa en dos bolas iguales y envolver con papel film o introducir en una bolsa de plástico, dejar reposar en la nevera al menos una hora. Esta masa no debe trabajarse mucho.
Pasado el tiempo sacamos la masa de la nevera y dejamos 5 o 10 minutos para que se atempere. Estiramos una de las masas con el rodillo y cubrimos un molde bajo de 23/26 cm aproximadamente.  Si la masa se rompe, no preocuparse, se puede parchear sin problemas, luego no se notará. Mojar el borde del molde con agua para que la masa quede bien sellada. Pinchamos el fondo con un tenedor para que la masa no suba durante el horneado. Dejar reposar de nuevo en frigorífico.
Estirar la otra masa y si se quiere se pueden hacer tiras de 2 o 3 cm para cubrir la tarta en forma de enrejado o se puede dejar estirada y cubrir la tarta tal cual, sin olvidarse de hacer cuatro cortes en el centro para que salga el vapor en la cocción. Colocamos en una bandeja forrada con papel de hornear y reservamos en la nevera. 
Machacamos las galletas hasta que estén bien trituradas, si es de nuestro agrado se pueden mezclar las galletas con una cucharadita de canela.
Sacamos el molde de la nevera y ponemos las galletas machacadas en la base, bien repartidas, esto hará que la galleta absorba los jugos y la masa no quede empapada.
Añadimos los frutos rojos que teníamos reservados, repartimos bien (no importa que quede abultado el relleno, bajará durante el horneado). Tapamos con el otro disco de masa (no olvidarse de hacer los cortes para que salga el vapor) pellizcando los bordes para sellarlos o elaboramos un enrejillado.
Pintamos la masa con huevo batido o con un poco de leche y si se desea espolvorear  con un poco de canela.
Horneamos a  200º C durante 50 o 55 minutos, calor arriba y abajo. Cuando lleve 20 o 30 minutos en el horno, tapamos con papel de aluminio para que no se quemen los bordes. Si no hemos hecho un enrejillado el papel de aluminio debe tener un agujero en el medio para que salga el vapor.
Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente antes de servir.
Cuando se vaya a consumir, si se quiere se pueden calentar las raciones de manera individual y añadir una bola de helado de vainilla como acompañamiento.