Los rollos de canela (receta más abajo) son unos deliciosos bollitos, que todos aquellos que se precien de ser amantes de la canela deben probar. Aunque a menudo se suele pensar que se trata de un receta americana, su origen está en el norte de Europa, concretamente en Suecia (país por el que siento adoración, todo hay que decirlo). Estos bollitos acompañan a menudo la pausa del café, conocida allí como "Fika", que en este país es toda una institución social, pues significa hacer una pausa del trabajo o de otras actividades y beber un café con sus colegas, amigos o familia.
Volviendo a los rollos de canela, gustan tanto en Suecia que han reservado todos los 4 de Octubre para celebrar el “Día nacional del cinnamon roll”.
Se pueden comer solos o bañarlos con un ligero glaseado; también se les puede añadir pasas o nueces, según vuestros gustos. No son dificiles de hacer, pero la masa requiere un tiempo de reposo y levado que hay que respetar. Puedo aseguraros que la espera merece la pena, pues el resultado final es un delicioso y esponjoso bollo que hará las delicias de toda la familia. Además la casa se quedará impregnada de un agradable aroma a canela, que será la envidia de todo el vecindario.
Así que ya sabéis, no os "hagáis los suecos" y a probarlos.

Rollos de canela (Cinnamon Rolls)

Ingredientes:

Para la masa:

550 gr de harina de repostería.

300 ml de leche entera o semidesnatada.

75 gr de mantequilla a temperatura ambiente.

75 gr de azúcar.

25 gr de levadura fresca de panadería.

Un pellizco de sal.

Para el relleno:

75 gr de mantequilla derretida.

3 o 4 cucharadas de azúcar blanco.

3 o 4 cucharadas de azúcar moreno (yo prefiero poner más de éste)

2 cucharadas de canela (yo pongo más).

Para el glaseado:

100 gr de queso cremoso tipo Philadelphia.

100 de azúcar glas.

30 ml de agua caliente.

Otros:

1 huevo batido.

Preparación:

En el vaso de la Thermomix ponemos la leche y la mantequilla y programamos 3 minutos, 37º, velocidad 4.

Desmenuzamos la levadura fresca con los dedos y la añadimos mezclando unos segundos a velocidad 5.

Añadimos la harina, el azúcar y la sal programando 4 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga. Si vemos que se mueve mucho el vaso lo sujetamos con la mano.

Dejamos reposar la masa un mínimo de 30 o 40 minutos en el vaso o en un bol, hasta que doble su volumen. Tapamos con film transparente o con un par de paños de cocina.

Mientras, mezclar los dos tipos de azúcar con la canela y reservar.

Una vez haya subido bien la masa, desgasificar un poco y colocarla en una superficie enharinada. Estirar con ayuda de un rodillo, formando un cuadrado o rectángulo grande.

Derretir la mantequilla y pincelar toda la superficie de la masa. Espolvorear la mezcla de azúcar sobre la masa enmantequillada.

Enrollar con cuidado por la zona más ancha de la masa, como si fuera un brazo de gitano, apretando con cuidado de no compactar demasiado el rollo y procurando que el extremo final quede bien sellado, para que no se abra en la cocción.

Ponemos papel de hornear en una bandeja de horno.

Con un cuchillo bien afilado vamos cortando porciones de 2 o 3 cm y las vamos colocando en la bandeja, deben estar separadas unas de otras, pues tienen que volver a levar.

Tapamos con papel film y dejamos reposar un mínimo de 30 minutos.

Precalentamos el horno a 250ºC calor arriba y abajo.

Pasado el tiempo de reposo, batimos un huevo y pincelamos la superficie de los rollos. Horneamos durante 8 minutos, vigilando que no se pasen de tiempo, pues perderían esponjosidad.

Pasado este tiempo, retirar del horno y enfriar en una rejilla.

El glaseado se prepara mientras se hornean. Ponemos en un bol el queso crema, el azúcar glas y el agua caliente. Batimos hasta formar una crema homogénea. Añadir a los rollos en caliente para que así se empapen mejor.